lunes, 21 de octubre de 2013

Milagros de San Francisco de Asís



Los milagros que se le atribuyen a este santo son muchos y fantásticos:

            La sanación del leproso: San Francisco lavó la piel de un hombre con lepra. También rezó para que el demonio que lo atormentaba se alejara y dejara libre su alma. Entonces la piel del leproso comenzó a sanar, y su alma también. Cuando el hombre se dio cuenta de que estaba sanando, se arrepintió de sus pecados y comenzó a llorar. El hombre se curó completamente, en cuerpo y alma y se reconcilió con Dios.

            La transformación de los ladrones: tres ladrones robaron comida y bebida del monasterio de san Francisco. Entonces san Francisco comenzó a rezar por ellos y envió a uno de los monjes a disculparse por haberlos tratado mal. Los ladrones se conmovieron tanto que se unieron a la orden franciscana y pasaron el resto de sus vidas sirviendo a los demás.


            Milagros con aves: San Francisco amó tanto a los animales que los veía como criaturas de Dios, iguales a las personas. Se le vio predicando a las aves, que lo escuchaban durante sus sermones. Las aves no se iban hasta que él les daba la bendición.

            El encuentro con el lobo feroz: en las cercanías de un pueblo donde vivía San Francisco, apareció un lobo que estaba aterrorizando a las personas y matando a los animales. San Francisco decidió ir a encontrar al lobo de frente y hablar con él.  Ante un grupo de personas, el lobo se puso en posición de ataque, pero Francisco se puso a rezar y hacer la señal de la cruz. Entonces se le acercó al lobo y le ordenó en nombre de Jesucristo que no le hiciera daño a él ni a nadie.

El lobo se calmó y empezó a acercársele a San Francisco, hasta que llegó a acostarse a sus pies. Así san Francisco le pidió al lobo que no hiciera daño y le ofreció que la gente del pueblo lo alimentaría a cambio de su compromiso de no atacar a los animales ni a las personas. El lobo milagrosamente le dio la mano al santo para sellar el pacto. 

Aunque las historias de este santo muchas veces parecen cuentos para niños pues fueron escritos hace ya tantos siglos en las pequeñas flores de san Francisco de Asís (publicado en 1390, por Ugolino di Monte Santa Maria), sus milagros se siguen manifestando en el mundo de hoy a través de la fe y con la ayuda de su hermosa Oración. Hoy en día se le reconoce como el santo patrón de los animales junto con el ángel Ariel.

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